miércoles, 30 de noviembre de 2011

"La vida no es fácil”.



 Una vez, Freud dijo: “la vida no es fácil”. 

"La represión es el mecanismo de defensa más importante; por las experiencias y apetitos que el sujeto considera inaceptables y que no consigue integrar adecuadamente en su personalidad se proyectan o empujan hacia las zonas inconscientes de la mente. La eficacia de la represión puede ser tal que el sujeto ignore lo que ha reprimido pero también que ha reprimido."

Y es verdad, la vida no es fácil, nada fácil, sobre todo cuando te encuentras inundado de represiones absurdas, de rutinas, de gente amargada, de censura disfrazada de discursos, de religiones y de personas obtusas. Lacrítica destructiva parece el deporte nacional, mata la creatividad y la opinión sincera, hace que se oculten las realidades de las personas que desean salir del rebaño y de ser seres reales.

Como bien cita Freud , la represión llega incluso a ignorar que se ha reprimido el acto, las personas frustradas calman sus demonios y su conciencia con ataques hacía lo que ellos siempre han deseado y que se resume en libertad y seguridad.

Existimos personas a las que nos gusta opinar, pensar, descubrir, probar, experimentar con todo aquello que muchas veces se sale de los cánones de lo establecido,  o que simplemente la vida nos ha llevado por caminos "poco habituales", por que "la vida no es fácil" , y no por eso perdemos la integridad, la honestidad y el respeto por nosotros mismos y por los demás. Nadie tiene el derecho a juzgarnos por nuestro actos,(mientras no se perjudique nadie) por que somos adultos y somos humanos, somos padres, madres, hijos, amigos... ¡PERSONAS! que sienten, que aman, que ríen, que luchan día a día para no quedar enterrados en la sociedad, y así poder llegar a casa cada noche con la frente en alto y decir, "esto es lo que soy y no me arrepiento de nada".

Mi más sincero pésame a todas las víctimas a las que les han machacado la sinceridad, la autoestima y la seguridad, estos ASESINOS de lo real nunca descansarán, pero nunca podrán sentirse libres y sin complejos y sobre todo, nos envidiarán cada día de su existencia. 



 

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