Un oasis navideño

Parecíamos perdidos en un pueblo fantasma. El paseo fue largo, muy largo, de Cuatro Caminos a Plaza España, de ahí Sol y después hacía Alonso Martínez, dónde finalmente encontramos algo abierto...El Junco. Siempre renegamos de lo más cercano y de lo habitual, pero esa noche sentí que llegaba a Tierra Santa, y nuca mejor dicho un 25 de diciembre... Si ya decía yo, no se puede andar tanto y de esa manera por Madrid... aunque pensándolo bien ayudo a bajar la ingesta de langostinos, lombarda, entrantes, un pescado delicioso, vino y turrones... a, y café por aquello de que íbamos a encontrar un sitio abierto a esas horas... no se por que fue tan difícil, si yo recuerdo que otros años, había mas gente intentando huir de las garras de Santa Claus...Pero esa noche de 2010 parece que nadie quería revelarse de la sacrosanta celebración. Lo bueno es que quedamos unos cuantos aventureros que podemos explorar las calles desiertas y con la buena fortuna de encontrar un oasis en un desierto helado.